ALGO SÉ

Algo sé y es que no soy de aquí. No soy de ningún lugar. No le pertenezco a nadie. Mi padre siempre lo supo. Mi madre nunca lo entendió; ella tuvo problemas, desde siempre, con mi libertad. Siempre quiso que fuera un galán de pueblo, con convicciones dirigidas hacia su mismo horizonte; pero nunca percibió que me inspiraban las mentes libres, los corazones rotos y los sueños rebeldes. Me recordaba una y otra vez: que no tenía remedio, que mis decisiones eran arriesgadas; pero que me amaba a pesar de todo... y, precisamente su amor, me hizo luchar y apostar por los riesgos. Ahora lucho por defender lo que considero mío, sin ninguna moral que me detenga, más que la mía. A veces, que son pocas, le pertenezco únicamente a los momentos donde hay amor y libertad...; sólo a esos instantes en que la vida se siente viva. Parte de mí se resume en: una buena taza de café, en los besos y en las despedidas; en creer en un Dios tan libre como yo; en la inocencia del alma y en escasos poetas. Mi filosofía no es más que amor y libertad. Sólo envidio: el talento y las ganas de salir adelante. Siento una gran admiración por los que luchan, por los que van contra la corriente. Me inspiran: los locos por cambiar el mundo, y esos "para siempre" que siempre terminan. Le huiré a los corazones cobardes y viviré, cada día, apenado por las personas a las que les faltan ideales y les sobran barrabasadas.

Así soy yo: un apasionado que se declara rebelde por conquistar lo inalcanzable; que espera, algún día, tatuarse el cuerpo con recuerdos y conocer del mundo sus pequeñas culturas, mientras busca: la felicidad, un amor, muchos libros y también almas ‘perdidas’ para perderse, enamorarse y encontrarse. Sólo pido tiempo, porque el mundo aún me queda grande…