MI PRIMER AMOR FUE EL SEGUNDO

Hace algunos meses me despedí de quien creía era mi primer amor. Un amor que me partió el corazón e hizo que lo llorara por un buen tiempo. Supe que lo había olvidado cuando volví a verme la cara de tonto y a creer que el mundo podría ser mío. Le dije adiós a las penas, los malos recuerdos y mi interés por su última conexión en WhatsApp, que dicen por ahí que esos son los actuales síntomas de haber superado la tusa. Y sí, en verdad no se equivocaron.

Poco a poco mi corazón comenzó a sentirse más completo y ausente de recuerdos. Alguien sin permiso, pero sin ningún problema de que lo hiciera se fue metiendo en mi vida, de a detalles, besos y palabras bonitas. Me enamoré, abriéndome a la esperanza de una vida juntos, porque me gustan los amores bonitos que nos ilusionan con ser eternos.

No cabía de la dicha, incluso en mis pantalones talla 32, porque siempre he dicho que no hay felicidad que nos alegre tanto como la de un nuevo amor. Le di la bienvenida a las nuevas citas y a los besos tímidos en el cine, Esta vez era un amor dulce y aunque no me bajo la luna, me subió al cielo sin avisar. Me hizo perder el norte, hasta que me di cuenta que estaba sin saber dónde. Volví a sentirme nuevo, con más ganas de experimentar la vida: ¡Qué bello es enamorarse!

Mii segundo amor se convirtió en el primero, también siendo mi primera vez. Le desnude mi cuerpo con timidez y mi alma con libertad, haciendo desde entonces el sexo todos los domingos y el amor casi toda la semana.

Fue un amor perfecto, como lo son todos cuando nos enamoramos. Se acabó, como se acaban las cosas y lo hizo sin avisar, dejándome perdido. Quizás algún día me vuelva a encontrar y nunca lo vaya a olvidar, pero lo bueno del corazón es que siempre es dispuesto a sentir.