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EL AMOR SÍ HAY QUE BUSCARLO

Dicen que el amor no se debe buscar, que llega sin avisar. Aparece en el momento en que menos lo esperamos y nos coge despeinados, sin estar arreglados..., pero no concibo con esa idea, el amor siempre está ahí: esperándonos y no es de creer que todo el mundo lo es, pero sí de atreverse a encontrarlo en las miradas, en la persona que sin conocer en el bus se nos sienta con intención al lado o el solitario en el café. Es de intuición e inteligencia, de coqueteo y atrevimiento.


Yo solía esperarlo, tomándolo como rutina. Me convertí en un ausente de compañías y en consecuencia, en alguien aburrido, hasta que "llegó" entre comillas ese amor inesperado, porque cuando uno no sabe qué busca o qué desea, lo que llega parece ser lo indicado, lo perfecto e inhumano. Me demoró seis meses y tres días de suplicas para que no se fuera, llorándolo como se llora en las novelas -sin exagerar- porque tomó la decisión de irse. Sólo recordaba lo feliz que fui, aunque había sido de momentos y a ratos. Después de eso me volví a quedar soltero, perdiendo la gracia y las ganas de enamorarme. El perfume intacto y las camisas como si fueran un adorno en el closet. Me eche a la pena, a creerme el cuento de que el amor no existe y pese a eso, a guardar la esperanza de que llegará un nuevo amor y me encontrara de sorpresa.


Después de un largo tiempo me aburrí de esperar, experimentando amores de una noche y de verano que creía eternos. Entre el efecto del alcohol y los besos sabor a cigarro aprendí que el amor sí se debe buscar, que el amor es polifacético y que hay amores de citas, de cama y de meses. Amores para complicarse la vida y otros para disfrutársela. Algunos eternos y otros no tan largos, sin tantos perjuicios para enamorarme de alguno de ellos, porque el amor no es más que sentirnos plenos y en las nubes, aunque dure solamente un segundo. Es sentir el corazón roto, orgasmos al oido como poesía y el deseo de sentirnos deseados. Gracias a los tantos amores con los que experimente la vida comprendí que no hay amor por muy malo o bueno que sea que no nos haga sentir dueños del mundo, como también hay amores que te lo arrebatan.


Ahora voy por las calles abriéndome a las casualidades y a las nuevas oportunidades, para vivir nuevas historias de amor y escribir sobre ellas. Vine a la vida a conocerlo y seguirlo experimentándolo, y no únicamente el eterno, el del "para siempre", sino ese amor que valió la pena correr el riesgo para vivirlo.


El amor es una locura que te hace conocer varios amores, para que algún día sepas a qué amor hay que entregarle el resto de vida y prometerle el cielo.


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